• Manifestantes con fotos de Jamal Khashoggi durante una protesta frente al consulado de Arabia Saudí en Estambul, 5 de octubre de 2018. (Foto: AFP)
Publicada: domingo, 21 de octubre de 2018 8:54
Actualizada: lunes, 22 de octubre de 2018 19:36

Nueva Zelanda condena el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi y anuncia que no enviará a sus autoridades a la cumbre económica en Arabia Saudí.

El Gobierno de Nueva Zelanda, en un comunicado emitido este domingo a través de su Cancillería, ha condenado el asesinato del columnista saudí del Washington Post a manos de funcionarios de Arabia Saudí y, en señal de protesta, cancela su asistencia a la cumbre de inversiones, que acogerá Riad la próxima semana y de la que cada día se descuelgan nuevas empresas.

“Los responsables de su muerte deben rendir cuentas”, ha exigido el ministro de Relaciones Exteriores neozelandés, Winston Peters, tal como ya han solicitado sus homólogos de Canadá y Francia, Chrystia Freeland y Jean-Yves Le Drian, respectivamente, entre otros.

Khashoggi, un férreo opositor a las políticas del príncipe heredero Muhamad bin Salman, acudió al consulado saudí en Estambul (Turquía) el pasado día 2 de octubre para obtener unos documentos que le permitieran casarse, pero nunca más se supo de él.

Las autoridades turcas, desde el principio de sus investigaciones, han asegurado que Khashoggi nunca salió de la sede diplomática mientras las saudíes decían lo contrario, hasta que Riad cambió su versión el sábado y explicó que el opositor saudí, exiliado en Estados Unidos desde 2017, murió dentro del consulado en Estambul, si bien, no dijo dónde está el cuerpo del periodista.

Turquía también afirma tener grabaciones en audio, las cuales confirman que el periodista fue torturado, asesinado y descuartizado por agentes de Arabia Saudí que llegaron a Estambul exclusivamente para matarlo y, según fuentes cercanas a las investigaciones, realizaron su misión en siete minutos y luego abandonaron la ciudad el mismo día con destino al reino árabe.

Los responsables de su muerte deben rendir cuentas”, pide el ministro de Relaciones Exteriores neozelandés, Winston Peters, en alusión a los autores del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.

 

El titular de Exteriores neozelandés, asimismo, pone de relieve el forzado reconocimiento por parte de las autoridades saudíes de su implicación en el caso Khashoggi. “Si bien esta es una admisión importante, el asesinato por parte de agentes del Gobierno saudí es profundamente perturbador. Muchas preguntas siguen sin respuesta”, reza la nota. 

Por su parte, el ministro neozelandés de Comercio, David Parker, que también suscribe la nota, señala que ningún representante del país oceánico asistirá a la próxima cumbre titulada “Iniciativa de Inversión Futura”, que impulsa Bin Salman, gobernante de facto saudí.

La decisión de Nueva Zelanda tiene lugar luego de que otros países, como Francia, Países Bajos y EE.UU., anunciaran su boicot a dicha conferencia en reacción a las dudas en torno a la participación de personas vinculadas a Bin Salman en el asesinato del disidente saudí.

Mientras la comunidad internacional está comenzando a reaccionar ante el asesinato del periodista saudí, ordenado desde las altas esferas del poder de Arabia Saudí, ha quedado demostrada la inacción occidental ante barbaridades cometidas por Riad como el “infierno” a que somete a los niños de Yemen o el secuestro del primer ministro libanés, Saad Hariri, el año pasado.

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